domingo, 19 de febrero de 2017

Dos mitades no significan la unidad


Nos enamoramos. Logramos hacer que la vida se ponga celosa, logramos dar envidia al universo, logramos sentir lo que muchos anhelan sentir. Yo me enamoré de ti, y tú de mí; fuimos felices juntos, fuimos tristes juntos, fuimos juntos. Nos enamoramos… ese fue el problema.

Yo decía azul, y tú decías azul. Tú decías rojo, y yo decía morado.
Yo decía patito de hule y tú decías patito de hule, tú decías pico de pato, y yo decía nariz de Yoshi.
Yo decía que el cielo ilumina, y tú decías que el cielo ilumina, tú decías que la noche es de pasión, y yo decía que la noche es de sensación.

Yo te abrazaba, tú me masajeabas.
Yo te besaba, tú me acariciabas.
Yo te hacía saber lo que pensaba, tú me hacías saber lo que sentías.
Yo te entregaba todo lo que tengo, tú te entregabas todo lo que eres.

Me enamoré de lo que eres y lo que puedes llegar a ser, pero tú te enamoraste de mi ser.
Jamás lograré entender cómo no podría amarte de la misma manera que tú a mí.
Fuiste lo mejor que me ha sucedido, y me sentía como un tonto al encontrar que no podía sentir el mismo amor por ti que tú sentías por mí.

Con este desbalance te he lastimado. Mis intenciones siempre han sido todo lo contrario, y es difícil pensar cómo amándote te hago más daño.
Es gracioso y triste el pensar cómo así, amándonos, termina lo nuestro. Sería hermoso pensar también que así sean todos nuestros problemas.


Nos enamoramos… ese fue el problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario